- 6 marzo, 2015
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A la grasa blanca la identificamos correctamente como esos depósitos de grasa acumulada que forman michelines en nuestra figura. Desde hace tiempo, sabemos que existe otro tipo de grasa, la grasa parda, utilizada por el organismo (sobre todo durante la infancia) para regular la temperatura corporal.
Hace unos años se descubrió que esta grasa parda, que ayuda a quemar calorías, seguía presente en la vida de los adultos de forma activa demostrando que hay personas que no almacenan la grasa a modo de depósito energético, si no que la transforman en forma de calor, aunque este tipo de delgadez congénita es una rareza.
A nivel evolutivo, durante miles de años, lo que permitió sobrevivir al ser humano fueron sus depósitos de grasa blanca, la selección natural permitió evolucionar a quienes tenían mayor tendencia a desarrollar depósitos de grasa blanca que a quienes tenían mayor cantidad de grasa parda y por lo tanto, eliminaban la energía en forma de calor.
Se ha descubierto una asociación entre el volumen de grasa parda y la delgadez, a mayor cantidad de grasa parda en el organismo, más delgada es la persona y viceversa.
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